Los días ya han comenzado a refrescar bastante por estos rincones del mundo. Y nada mejor que disfrutar de una taza calentita de café en estas tardes grises ¿verdad?
En esta oportunidad los invito a disfrutar de una opción diferente: Café de Algarroba
Investigando en la red descubrí que los frutos que mi Algarrobo me regalaba podían aprovecharse de una manera muy original, así que me puse manos a la obra.
Primero a cosechar las vainas de algarrobas que aún pendían de algunas ramas (cuando me decidí a tomarlas ya quedaban muy pocas)
Primero hay que lavarlas bien y ponerlas a secar al sol (yo las tuve secando una semana aproximadamente). Luego las coloqué en una asadera y las 'cociné' - 'sequé' alrededor de 40' en el horno.
Cuando se enfriaron las corté en trocitos y las procesé.
El resultado fue el siguiente: por un lado un polvito marrón y por otro restos de semillitas y cortezas de la chaucha.
Tamicé con paciencia y finalmente comenzó a aparecer mi café de algarrobas.
El aroma es bien fuerte.
Luego de hornear las chauchas mi cocina se impregnó de un aroma dulce y tostado.
El aroma es bien fuerte.
Luego de hornear las chauchas mi cocina se impregnó de un aroma dulce y tostado.
Pensé que iba a rendir más pero sólo (casi) llené un fresquito.
Ansiosa, sin poder esperar más me preparé una taza de este café.
El sabor es intenso y conserva el típico dulzor de la algarroba. Me encantó!!!
Ya listó en mi almacenero, esperando para disfrutar en esas tardes frías, lluviosas, viendo una peli y disfrutando también de una tostadas con arrope de miel. ¿Qué les parece?
Con esta propuesta participo en el Finde Frugal de Marce de Colorín Colorado.
Qué tengan un hermoso fin de semana!!!!