La mesa llena de papeles, lápices de colores, crayones, stickers, tijeritas, revistas, sellitos, fibras, libros para colorear...
¿Les resulta familiar la imagen?
Ellos están conociendo el mundo y el mundo se les presenta lleno de matices que quieren descubrir: colores, formas, símbolos...
Admiro totalmente su creatividad, cómo dejan volar sus alas en el mundo de la imaginación. Donde nosotros sólo vemos todos los colores de la cartuchera en el papel, ellos han dibujado el universo más bonito.
Y en esos universos de colores, muchas veces nosotros somos sus primeras obras de arte. "Acá estás vos mamá" y nos muestran la imagen de sus ojos. Y nos emocionamos cuando nos vemos en ese primer dibujo y lo guardamos en la caja de los recuerdos, o en nuestras carpetas de trabajo como lo hago yo.
Mis niños, mis peques están cargados de esa magia colorida. Y aunque a veces mi paciencia raya en el límite- porque a todos nos pasa- y queremos controlar el orden, el tiempo, las tareas, la rutina... detenernos, enamorarnos aún más de ellos, mirarlos, sonreir con sus sonrisas, recibir sus besos y sus abrazos, sus gritos a la voz de "Mamáááá!!!" nos llena completamente, me llena infinitamente el alma.
-Mirá mami, te dibujé.
-¿Por qué tengo tantos brazos?
-Para hacer todas las cosas ma
El tiempo se detiene. Miro el dibujo, me rio, intento comprender cómo me ve. ¿Lo estaré haciendo bien? ¿Quiero ser esa mamá? ¿Soy esa mamá? ¿Funciono así? ¿Me funciona? Quizás sí, tal vez no. Soy mamá, hago lo que puedo y lo que me sale. También me equivoco y muchas veces. Crezco y maduro con ellos y para ellos. En fin, intento dar lo mejor.
Y sí a veces soy una "Mamá Orquesta" y estoy convencida que muchas lo somos. No me quejo. Me encanta. Con aciertos y con errores me encanta.
Por lo tanto, mi espacio, tiene nuevo bautismo: "Mamá Orquesta"
Lo que intento ser, salgo o no.
Gracias Isa y Valen
Dani Oliva