De la cocina al jardín

Si ya no es útil para la cocina, por qué no aprovecharla para el jardín.

Esta olla de hierro fundido, llegó a mis manos de manos de mi suegra que la descubrió tirada en el patio de unas amigas, lista para irse a la basura. Y cuándo la vio pensó en mí, que nada tiro y más aún  si se trata  de un tesoro así, que puede recibir una segunda vida.

En realidad la única restauración que le hice fue limpiarla, pues el desgaste y oxido que tenía me encantaron. Primero había pensado en darle una mano de pintura negra pero luego me terminó por convencer su aspecto.

Emanuel me ayudó a hacerle los orificios de desagüe (que costaron demasiado). Luego elegimos algunas suculentas y otras plantas que cubrieran una parte del borde superior de la olla que estaba roto. Y así pusimos entre ellas una Peluca que para sorpresa nuestra se adaptó muy bien y creció con rapidez. Finalmente la colocamos para que quedará más visible, sobre una seca raíz de algarrobo que sacamos del fondo de nuestro patio.

Con mi nuevo arreglo para el jardín, totalmente cero costo, participo en el Finde Frugal 90 que nos propone Marce de http://www.marcelacavaglieri.com/2015/08/finde-frugal-90.html

Saluditos!!!