Como verán, trasplantar los Bonsai no es una de mis tareas sino de mi jardinero preferido: mi marido. Jaja!!!
¿De qué me encargo yo? Pues de acondicionar las macetas con un poco de pintura u otros detalles. Y después encontrarles el lugar justo en el jardín.
Por estos lados del planeta, comienza a despedirse el Invierno, fecha ideal (sobre todo si ya pasaron las heladas) para trasplantar los bonsai.
¿Qué hacer? Primero buscar una maceta un poco más grande, un sustrato para bonsai (los venden en los víveros listos para usar) y luego proceder al trasplante.
Emanuel cada vez que saca los mini arbolitos limpia un poco la raíz de los mismos y una vez ya colocados en su maceta nueva realiza una pequeña poda en los brotes nuevos.
Es una tarea meticulosa y el cuidado de los mismos también requiere de tiempo y dedicación. Lleva tiempooooo hasta que el árbol toma su forma.
En casa tenemos estos tres bonsai que armó Emanuel: un aguaribay, un paraíso y un sauce llorón (están en proceso).
Además tengo un Palo borracho que está precioso y que ya en otra oportunidad se los mostré.
Lindo martes!!!